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Si os digo que en esta obra Dostoievski no excede las 300 páginas y si además afirmo que ni siquiera llega a ellas, es probable que pocos de vosotros me creáis. Pero es cierto. En El sueño del príncipe, el escritor ruso aborda el tema de la manipulación de las personas y de la sociedad rusa con un sentido del humor bastante sorprendente para mi experiencia con otras lecturas de sus obras. Marya Alexandrovna, personaje central de esta novela, vive en una pequeña ciudad rusa. En ella desempeña un papel fundamental. Sin embargo Marya no es especialmente rica, su marido es conocido por ser un poco tonto y además tiene bastantes enemigos (sobre todo entre las mujeres). Y es que Marya es una mujer astuta, discreta y sobre todo lo suficientemente bien informada sobre todos los habitantes de su ciudad como para infundir sobre ellos miedo y control. A pesar de todo esto, la protagonista tiene un problema en casa. Un problema con nombre de mujer, Zina, y que no se trata de otra persona que su hija. Excepcionalmente hermosa, Zina ha sido apartada del joven al que ama por su madre, que lo considera un pobre hombre, sin dinero, fortuna y futuro. Además se ve cortejada por otro hombre, con más dinero, al que ella desprecia. La acción comienza cuando llega un príncipe, conocido por los habitantes de la ciudad y apreciado por su carácter afable y su educación. El príncipe ya es un anciano, está perdiendo la memoria y acaba de recibir una inesperada y cuantiosa herencia. En este momento Marya cree ver la solución para su hija y su futuro y trama un plan con el que espera lograr todos sus objetivos. Pero no todo es estrategia en la vida y el azar y la suerte son fundamentales. Esta obra escrita siete años antes de Crimen y castigo carece de la calidad de otras obras de Dostoievski, aunque está escrita con buen estilo y con una ironía que sorprenderá a sus lectores más adeptos |
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