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¿El amor se gasta? ¿Funciona a pilas? ¿Se divide? No, no y no. ¿Cuántas cosas se nos pueden acabar a lo largo del día? El dinero, la paciencia, la energía, el pan. Las ideas, la suerte, la ilusión. Eso, sí. Entonces, ¿qué pasa con el amor? Por suerte, el amor no viene en lata ni debe recargarse. El amor se multiplica cada vez que lo das. El amor hacia los otros y el amor que está dentro de ti, ese NUNCA SE ACABARÁ. Un mensaje que tienen muy claro los protagonistas de este libro, dos hermanas y un niño. Solo tienes que mirar alrededor para saciarte de amor, ese amor cotidiano que está ahí fuera cada día. El niño con su mascota, el papá con el bebé, esa pareja de ancianos que baila, unos jóvenes en la ventana... Un texto sencillo, de estructura repetitiva y rompe en una explosión final acompañado de unas ilustraciones geniales con un punto cómico (algunas cosas se acaban porque otros se las han comido🤭). |
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