Apología para la mujer que escribe

Podemos decir que es un libro sobre la vida de Marie de Gournay (1565-1645) y que es una aproximación a una mujer, muy singular.
Poco o casi nada se conoce de ella y aunque sí sabemos de su existencia real, esta obra lo que pretende es recrear su vida, aunque absolutamente inventada, ya nos lo dice la propia autora. Nos encontraremos, frecuentemente en esta obra, con una equidistancia entre la realidad y la ficción pero seguramente dándonos cuenta que esa disyuntiva poco importa, pues lo verdaderamente importante está en la esencia de una propuesta interesante.
Fue un escritora, pero sobre todo fue la editora de los Ensayos de Montaigne.
A partir de aquí nos va acompañando por los distintos aspectos emotivos y emocionales como la soledad, la amistad, y por supuesto la vocación literaria de una mujer que desde pequeña, solo quería leer y que llegaría a convertirse en la más incondicional admiradora de los Ensayos de Montaigne al que además, llega a conocer, y posteriormente, a editarlo.
El libro , por tanto, nos narra una existencia vivida a contracorriente en todos los aspectos que recoge su época..
Me ha gustado leerlo y conocer a una figura tan apasionada, que desde el momento, , que conoció los ensayos, siendo muy joven, se dedicó absolutamente a ellos y nunca los abandonaría. Una obra en la que la autora nos permite ahondar en su íntimo universo femenino.

Desde el principio ya podemos intuir una existencia predeterminada a la infelicidad continuada en el tiempo.
Algunas características personales ni maduran ni curan , son endémicas del ser que las alberga.
Vidas que se quiebran a cada paso, vidas cuya obsesión se desliza por la pendiente negra de la desdicha, aunque , a menudo, también resuene en esos corazones, en nuestros corazones, la música victoriosa que da una gran pasión por un fin que supera al propio ser y su contingencia.
Tendré que releer los Ensayos de Montaigne.