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La lectura es entretenida, fresca, se disfruta, y puedes zamparte el libro en una tarde. Los escenarios, la forma que tiene la autora de ir narrando lugares, monumentos y demás detalles sobre Egipto, consiguen meterte de lleno en la historia. Te hace sentir como si Cleo fuera tu compañera de viaje. Los personajes son entrañables, dulces, muy reales. Adela me ha ganado por completo. Me ha inspirado muchísima ternura, y es una pieza clave en la historia. Con respecto a los protagonistas: Cleo es una chica que ha sufrido mucho, pero ha sabido continuar; aunque a veces, los fantasmas de su pasado la visiten para crearle una inseguridad que no le hace bien. Una chica que, más que mirar por ella, ha vivido toda su vida siendo un poco conformista. Abel es un chico que, a pesar de haber sufrido también, aprendió a salir adelante luchando por lo que de verdad quería. Tiene un trabajo que le fascina, pero también está dispuesto a renunciar a él, si el amor es la recompensa. La trama es sencilla, pero muy bonita. Te atrapa desde el primer momento. ¿Quién no querría vivir un amor tan intenso, con el impresionante y maravilloso Egipto como telón de fondo? |
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