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Mientras su hermana Mandy es enviada a Londres para prepararse para su primera temporada, Elizabeth es obligada a casarse con alguien a quien no conoce, el duque de Peachwood. Lizzie ya no pensaba en casarse, pero, tras la muerte de su padre, su abuelo tenía otros planes para ella. Benjamin es un hombre solitario que no frecuenta los bailes de sociedad ya que, tras perder a su hijo por una enfermedad y a su mujer en extrañas circunstancias, prefiere la soledad al bullicio de las fiestas. En su finca posee la única plantación de melocotoneros de la región, un delicado árbol frutal de origen chino desconocido para la mayoría. Él pasa la mayor parte de su tiempo en el invernadero que construyeron para cobijar esos árboles del inhóspito clima de Inglaterra ... allí se siente rodeado de las cosas que amaba su mujer y no necesita más. Hasta que conoce a Lizzie, una mujer sorprendente, intuitiva, cariñosa, nada conformista y sobre todo muy cabezota. Desde el principio surgirá una conexión entre ellos que hará que Benjamín se plantee dejar atrás un pasado que le atormenta desde lo ocurrido a su mujer. Un pasado que vuelve a revivir cada poco tiempo cuando aparece en su mansión el primo de su mujer Phillipe, quien le acusa de su muerte. ¿Qué oscuro pasado atormenta a Benjamin? ¿Será capaz de abrir su corazón a una mujer que no le es del todo desconocida? ¿Podrá Lizzie confiar en un hombre que carga a sus espaldas con la muerte de su anterior esposa? De todas estas preguntas obtendréis respuesta a medida que os adentréis en esta preciosa historia. Enlace: https://reflexionesdeunalect.. |
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