El festín de la muerte

El festín de la muerte está formado por pequeñas historias entrelazadas entre sí: hay chiquilladas y vivencias de algunos personajes que te hacen sonreír, junto con los crueles pensamientos y actos de otros que te dejan abatida y confusa. Es una novela totalmente agridulce y el protagonista es, sin duda, el miedo.

Aquí encontraremos vidas y circunstancias crudas y realistas de personas que comparten la misma guerra, la cual vemos desde diferentes puntos de vista, desde distintos países de Europa y en diferentes familias, ideologías o bandos.

Este libro no es juvenil, por eso no cuenta con la típica historia de amor entre adolescentes (ni la necesita). Aquí veremos otro tipo de amor: a la vida, a los hijos, a los hermanos, a los padres, a la patria y a perder todo cuanto tienes por culpa de una absurda guerra. En el libro se ve claramente el miedo, el egoísmo, la falta de caridad, el daño que hacen los prejuicios y actuar sin un mínimo de moral.

Los personajes de cada historia están totalmente perfilados y son creíbles. Es desgarrador ver cómo unos niños pequeños se ven obligados a sacarse las castañas del fuego completamente solos. En este punto no pude evitar mirar a mi alrededor y darme cuenta de lo privilegiados que somos ahora.

La historia va evolucionando según el punto de vista de cada personaje y, aunque hay muchos, es cierto que algunos se convierten en principales y cuentan con más capítulos, los cuales son bastante cortos y ayudan a darle un ritmo ligero al libro. Además, me gusta mucho el detalle de añadir fotografías al final de cada capítulo.

La escritura es excelente, con razón el autor ganó el premio. Sabe trasladarte de la ternura al horror en un sólo segundo; su maestría resulta asombrosa.

Por último, El festín de la muerte no es una novela que intente darnos lecciones, aunque sí nos hace pensar en lo miserable que puede llegar a ser el ser humano...

Saludos ;)