El resto de sus vidas

Todos tenemos una historia digna de ser contada, incluso seres en apariencia anodinos como Ambrose y Manelle. Él, de oficio tanapractor; ella, asistente de ancianos. Se conocerán en una circunstancias poco gratas, la inminente eutanasia que Samuel pretende tomar como derecho propio ante su grave enfermedad.

Me encontré una vez más con Jean-Paul Didierlaurent, después de su "Lector del tren de las 6.27" no podría rehusarme a esta nueva invitación por sus letras.
Didierlaurent tiene la habilidad de mostrarnos historias muy bien trazadas empleando personajes sencillos y tremendamente humanos. No se trata de una típica historia superficial sobre el optimismo, conforme van pasando las páginas vas conociendo más a los personajes y sus circunstancias, el argumento igualmente va adquiriendo más fuerza. Una novela de fácil lectura, entretenida y con un buenos momentos de humor; reflexiona sobre diversos aspectos de nuestro día a día, las relaciones familiares, el amor, la vejez y la muerte; sin convertirse nunca en un libro de autoayuda.
Didierlaurent tiene la facultad de transportarnos dentro de la historia relatando de forma pormenorizada los acontecimientos, sin dejar cabos sueltos en la trama. Diría que esa capacidad narrativa al detalle, incluso de hechos muy sencillos, hacen esta historia muy "visual", es decir fácil de comprender y sobretodo de imaginar, me recuerda mucho al estilo de la comedias francesas de cine como "Amélie" o "Todos contra Gregorio". Historias rápidas y de muchos detalles y datos.
Después de este gran libro solo me resta esperar por aquí el siguiente de Didierlaurent, "Conversaciones con mi enano de jardín".