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Phoebe es una joven treintañera, casada con un marido rico y que reside en una urbanización de lujo. Vive recluida tras un escándalo parental, obsesionada por la vigilancia de un coche. Todo cambia cuando llegan unos nuevos vecinos a la calle. La conexión con ellos es inmediata. Vicki, la madre de familia, parece su alter ego, salvo por las deudas que acumula en realidad. Su hijo Jack, mucho más atento que su marido, la hará dudar de su matrimonio. Phoebe aparece muerta. ¿Quién tiene suficientes motivos para acabar con ella en este domestic noir? La trama, como veis es de lo más simple, típica película del mediodía que podría llegar a engancharte precisamente por su simpleza. El problema es la narración. Es muy lenta, todo es narrado con mucha parsimonia, y cuando parece que la cosa se pone interesante, la autora lo resume todo en un par de líneas. Todo muy plano y con algún giro de guion bastante predecible. Tampoco se profundiza demasiado en los personajes, de modo que no podemos empatizar con ellos. En general, un domestic noir normalito pero con el que podéis pasar un buen rato si tampoco buscáis una narración que os absorba. |
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