De Dickens he aprendido que siempre hay esperanza, que toda sombra tiene su luz, que una infancia y una vida duras acaban siendo compensadas. al menos así ha sido hasta ahora. No sé qué perdió Dickens a lo largo de la vida para que en esta historia, breve y poco conocida (imprescindible), escrita dos años antes de su muerte no haya posibilidad de un final feliz que compense toda una vida de sufrimientos, pero sí, nuestro protagonista será siempre un incomprendido, alguien a quien todos abandonan y nadie se molesta en comprender o, mucho menos, querer. |