InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Guille63


Guille63
12 March 2023
Ubik, como sugieren los anuncios publicitarios que aparecen en el inicio de cada uno de los diecisiete capítulos, puede ser cualquier cosa, lo que quieran, no hay límites a la imaginación. Elaborada con la mejor selección de las ambigüedades posibles alcanza el grado perfecto de confusión que agrada hasta el paladar más exquisito. Descubra usted mismo el placer que proporciona la obtención de una nueva teoría sobre Ubik que haga las delicias de amigos, amantes, vecinos y compañeros de trabajo. Inofensiva, pero evite el uso prolongado.

No siendo lector habitual de CI-FI, hay un puñadito de novelas que me parecieron más que interesantes. Son novelas en las que se usa el género para mostrar mundos posibles, mundos que se encuentran en la órbita de nuestro potencial, bien disparados hacia la utopía o, lo que siempre es más apetecible, hacia la distopía. Incluso alguna ha habido que, sin presentar un futuro, llamémosle, realista, era lo suficientemente sugerente como para enfrentar aspectos del ser humano a realidades extrañas que resaltaban sus características y consecuencias.

Aquí no he encontrado nada de esto, aparte de la curiosidad por un final que a todo le diera la vuelta y lo fundamentase, apenas nada me ha interesado en una novela narrada con una prosa que me ha parecido vulgar (tampoco ayudaron las decenas de erratas que encontré en mi edición, por lo que no descarto problemas de traducción), con unos personajes que apenas llegan a adquirir cuerpo tridimensional alguno, que empieza como un comic de Marvel en el que algunos seres humanos han desarrollado de forma inexplicable unos poderes extrasensoriales -telepatía, precognición, posibilidad de modificar el presente accediendo, no se sabe cómo, al pasado…- mientras otros desarrollaban el contrapoder correspondiente, para proseguir en un absurdo cuya explicación pudiera ser simplemente una enorme alucinación de muñecas rusas provocada por las drogas ingeridas por el protagonista y en la que, por tanto, cualquier hecho puede ser aceptado sin más explicación.

Quizás haya quién encuentre un trasfondo metafísico a todo este embrollo, algo he leído por ahí sin que nada me hiciera cambiar de opinión. Tampoco se puede decir que las novedades futuristas que contiene la novela sean especialmente originales: una posible vida futura del cerebro sin cuerpo que lo mantenga, diálogos con las máquinas que proporcionan los bienes y servicios, incluso con las puertas del apartamento a las que hay que pagar para que se abran (tiene unos cuantos toques de humor bastante sabrosos, eso no lo niego, de ahí esa segunda estrellita), una vida casi ilimitada gracias a implantes de todo tipo y a que la enfermedad parece haber sido desterrada, y, por último y lo que parece ser el centro del asunto, el cuestionamiento de la certeza sobre todo aquello que percibimos, sobre la realidad que creemos vivir. Quizás fuera original en 1969, año de su publicación, cuando los viajes de LSD hacían furor.

“Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos.”

Una frase importante en la novela y que seguro que muchos de ustedes han pensado en algún momento de esparcimiento autoprovocado; al menos yo sí, y en tal estado de iluminación llegué a la conclusión de que en este mundo solipsista que había creado solo leía por vanidad… aunque en esta ocasión me haya decepcionado un pelín a mí mismo.


(*) El médico que viene tratando desde hace años al comentarista ruega a los fans de la novela que le sigan la corriente… estamos probando una nueva medicación.
Comentar  Me gusta         00



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro