Óyeme con los ojos

Historia sobre un niño que por accidente ha quedado sordo y que con cariño, empatia y ese entendimiento que solo los que carecen de algo son capaces de ver, se enfrenta, por así decirlo, a la tarea de ser aceptado por quien es y demostrar que no es tan diferente como cualquier persona que si oye, y aunque esta batalla es un poco cliché para mi gusto, pues hay alguien que no lo acepta por este detalle, la manera en como se desarrollan las cosas y se desenlaza la historia es adecuada para que los niños y los jóvenes puedan tomar esta lectura para entender que no hay diferencia entre nosotros, solo capacidades diferentes.
Una hermosa y tierna historia incluyente, que nos enseña que sin importar lo que sea que seamos, lo que nos guste, lo que nos mueve en la vida, nuestras preferencias o nuestras deficiencias, todos somos iguales en nuestras circunstancias y el ser diferentes no nos hace mejores o peores que nadie, solo nuestra capacidad de dar y de aceptar es lo que realmente debería importar.