Un libro entretenido, interesante y divertido con el que he aprendido mucho. Si bien es cierto que el autor no tiene formación feminista ni de género, lo que enseña se basa más en el modelo antropológico derivado de la investigación animal, así que, aunque me hubiera gustado contar con una perspectiva feminista, he sido capaz de disfrutar y aprender de la sexualidad animal y en concreto, de la sexualidad humana, desde un punto de vista evolutivo que nos ayuda a comprender un poco mejor nuestro desarrollo como especie. |