Madame B

Blanche Barjac es limpiadora. Pero no limpia cualquier cosa: limpia escenas de crímenes. Hace una limpieza exhaustiva: limpia la sangre y demás restos que puedan haber quedado, limpia los ordenadores y teléfonos de la víctima, incluso se deshace del cadáver si es necesario.

Entre sus clientes, hay uno que destaca. Un asesino al que en los bajos fondos se le conoce como el Sabueso y que ya fue cliente del padrastro de Blanche (que es quien le ha introducido en este peculiar oficio). El Sabueso encarga a Blanche un nuevo trabajo y ésta lo acepta. Parece que es un caso como tantos otros y Blanche hace la limpieza como siempre: de forma impecable. Pero algo no es como debe ser: aparecerá un pañuelo de cuello que para Blanche tiene un significado muy especial. Por éste y por otros datos, Blanche se da cuenta de que el asunto ha dado la vuelta y que, quizás, alguien esté detrás de ella.

Reconozco que no leo atentamente las sinopsis hasta que he terminado de leer el libro. Prefiero empezarlo sin saber exactamente qué me voy a encontrar y hay sinopsis que cuentan demasiado. Así que las suelo leer en diagonal, unas cuantas palabras para saber de qué va el libro pero muy por encima. Por eso, me ha sorprendido el contenido de este libro. Yo leí limpiadora y pensé que Blanche era una limpiadora normal. Que limpiaba escenas de crímenes, sí, pero contratada por la policía o bien por los propietarios de los lugares en los que había ocurrido un crimen. Es decir, que su trabajo era absolutamente legal. Así que cuando vi lo que Blanche hacía realmente, me sorprendió muchísimo. No sé si existirán limpiadoras similares a Blanche pero la idea es fantástica (para el mundo del crimen y para el mundo literario, evidentemente). Obviamente, el trabajo de Blanche está fuera de la legalidad porque, si bien ella no mata a nadie, sí que esconde las huellas del delito impidiendo u obstaculizando cuando menos la labor de la policía. Desde luego, un oficio muy curioso y un tema de fondo original para una novela negra.

A partir de aquí, las cosas se van a complicar mucho para Blanche. Sí que es verdad que con su trabajo no se puede llevar una vida absolutamente tranquila y que siempre hay que andar cubriéndose las espaldas pero, aún así, Blanche no se espera lo que le va a ocurrir. Se va a ver metida en un asunto muy turbio, en el que su propia vida correrá peligro y que hará que no pueda confiar en nadie, en absolutamente nadie. Así, la novela es un no parar de ir de un lado a otro, de plantearnos preguntas, de andar dudando de todos, de no saber qué es lo que está realmente pasando y por qué. Es una novela muy enigmática aunque, evidentemente, al final se resuelve todo y todas las preguntas reciben cumplida respuesta. Pero hasta ese final, creedme que es un vaivén: vas de un lado a otro sin saber a qué atenerte. Como Blanche.

La novela se estructura en sesenta capítulos de corta extensión más un epílogo final. Es un narrador omnisciente quien nos va contando la historia pero focalizando siempre en Blanche, Madame B. Es casi como si ella fuese la narradora porque no veremos más que ella; o poco más que ella. Seremos partícipes de sus dudas, sus recelos y sus temores como si ella misma nos estuviese contando la historia.

Por lo que os he contado, ya os podéis imaginar que el único personaje bien caracterizado es la propia Blanche. Los demás no lo están y no pueden estarlo porque, como os digo, el lector ha de dudar de todos ellos; en algún momento al menos, lo hará.

La novela combina la narración con el diálogo, predominando quizás éste. Eso hace que la historia avance a buen rito, hecho afianzado por una prosa directa y sin artificios, de lectura fluida y sencilla. Es una novela muy entretenida que mantiene la tensión narrativa desde el principio hasta el final.

Conclusión final

“Madame B” es una novela negra con un tema muy original y una protagonista de lo más peculiar. Una novela muy entretenida que no dudo en recomendaros.
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