Madre mía, madre mía. Esta obra es dinamita pura. Al principio no sabía que esperarme de ella. Jamás había escuchado ni leído nada del autor y sus obras. Hasta ahora, que he podido disfrutar a lo grande de esta lectura. En ella hay de todo un poco y comienza con la llegada de Camilo Canegato, un hombrecillo que llega al hostal La Madrileña y se instala durante mucho, mucho tiempo, hasta que un día ocurre lo que nadie pidió pero que todos necesitaban: el hombrecillo se enamora. Esto podría parecer algo inofensivo y hasta burlón si te paras a pensarlo. Los personajes, muy bien desarrollados, son una marea de sentimientos y opiniones en torno a Canegato y su "amor" hasta que, un poco más adelante, ocurre una desgracia. Me gustó mucho cómo el narrador utiliza los elementos narrativos para mantener al lector atento, y cómo se las ingenió para que en ningún momento la historia no cayera en el aburrimiento. Una novela altamente recomendable. |