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Segundo volumen de esta serie que pone los pelos de punta. El tomo anterior había terminado con Erica Slaughter matando al monstruo que estaba aterrorizando Archer's Peak. Pero el problema no ha desaparecido, porque Bian, la niña que sobrevivió, confirma que el monstruo tenía cinco bebés, y esas criaturas tienen mucha hambre, más ahora que la policía ha recogido los cadáveres de los niños de los que se estaban alimentando. Por otra parte, desde la casa Slaughter en Chicago mandan a Aaron para arreglar los cabos sueltos que Erica ha ido dejando, entre los que están matar a Tommy, el hermano de una de las niñas muertas que siguió a Erica a la cueva en el volumen anterior. También nos adentraremos en los orígenes de nuestra protagonista, que no es una superheroína como pensábamos, sino que está entrenada como cazadora de monstruos. En un determinado momento vemos cómo se encuentra con las crías y trata de matarlas aunque sabe que es imposible: tan solo hay un estadio en el que es posible acabar con ellas, cuando están comiendo. Para conseguir llegar a ese punto tienen que utilizar cebo humano. En un primer momento piensan en Bian, pero se interpone en su camino un policía que finalmente se la llevará, así que Erica preguntará a James, el chaval que la estuvo ayudando en el primer tomo, y él accederá. El momento cumbre del tomo llega cuando los padres de los niños desaparecidos están esperando junto al polideportivo para reconocer los cadáveres que encontraron en la cueva y, estando allí, ven como una niña es asesinada ante sus ojos pero sin ver qué es lo que le ha matado (los adultos no son capaces de ver a los monstruos). Aunque parecía que Erica conseguiría terminar rápido con el problema, en este segundo tomo la historia se está complicando y siguen muriendo un montón de niños…¿cómo se las apañará para acabar con las crías del monstruo sin que cunda el pánico entre todos los vecinos de Archer's Peak? |
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