Esta novela corta está considerada como la mejor narración de Gerard Nerval. En ella, con un lenguaje muy escogido y una prosa llena de poesía, el protagonista nos cuenta su dilema ente el amor desde la infancia por Sylvie y su adoración por Adrienne, una muchacha con la que bailó una sola vez en una fiesta del pueblo y que al día siguiente ingresó en un convento. Un relato lleno de sentimiento, sensibilidad y poesía que merece la pena leer. |