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Esta breve obra nos presenta a un hombre escindido por dos amores de su juventud que recuerda ya maduro a lo largo de los capítulos. Uno de ellos es proyectado en una mujer del presente como recuerdo de aquella mujer que amó platónicamente. Sylvie es la joven que da nombre a la obra y su amor más cercano que por insolencia de su juventud perdió y ahora alberga sentimientos de arrepentimiento por aquel comportamiento. Adrienne es la otra muchacha inaccesible para él y a la que idolatrará toda su vida en la ausencia de ella. Por último, Aurélie será el amor presente de su vida por reminiscencia de Adrienne. A pesar de todos estos amores, la obra es un canto desesperado a las oportunidades perdidas, a la juventud ya pasada, a la aceptación de la madurez y las consecuencias de los actos ejecutados a lo largo de la vida. “-Amigo mío- me dijo, hay que resignarse; en la vida las cosas no van tal como deseamos”. Página 46 Los capítulos se entrelazan en un tránsito entre realidad y ensoñación donde se mezclan los sentimientos de amor verdadero del protagonista, con enamoramientos pasajeros, las dudas, las incertidumbres y el peso del pasado. El presente se desarrolla en conexión con acontecimientos del pasado y se va desgranando la historia en saltos temporales. “Las ilusiones caen una tras otra, como las cortezas de un fruto, y el fruto es la experiencia. Tiene un sabor amargo; sin embargo, tiene algo áspero que fortifica, y ya se me perdonará este estilo anticuado”. Página 75 La obra está escrita con una prosa poética con numerosas referencias a Rousseau y otras que dejaremos que descubra el lector. Pese a que tiene un planteamiento interesante y está bien escrita, personalmente no nos ha llegado a emocionar a la altura de las expectativas. Sólo el final es digno de mención. No obstante, es una lectura recomendada para todos aquellos que quieran conocer la figura de Nerval pues su obra no es muy extensa y esta lectura se tiene por una de sus más representativas. Enlace: https://librosderuby.wordpre.. |
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