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Martin Gilmour no tuvo una infancia fácil hasta que conoció a Ben Fitzmaurice gracias a una beca a una prestigiosa escuela británica. Martin, de familia humilde, comenzó a codear con los hijos de las personas más influyentes del país, como Ben. Más de veinte años después de conocerse siguen siendo tan buenos amigos como cuando eran niños… o al menos eso parece. La noche del 40 cumpleaños de Ben, Martin y su mujer Lucy acuden como invitados a la gran fiesta que Ben y Serena, su esposa, celebran para la ocasión. Lo que ninguno podía presagiar que aquella noche marcaría un punto de inflexión en su relación. Al principio lo que más me gustó es que fuera una novela no lineal y que comenzara con un interrogatorio en el que lo único que sabemos es que algo pasó la noche de la fiesta de Ben Fitzmaurice... La historia nos situará en diferentes perspectivas desde donde analizar la situación: por una parte, toda la parte de la infancia y adolescencia narrado desde el punto de vista de Martin, los diarios de Lucy y, por otro lado, el momento actual en la sala de interrogatorios. Estos interrogatorios serán la pieza clave de la novela ya que nos permite ver la parte más íntima de Ben, Martin y Lucy desde el pasado hasta la actualidad, viendo, entre otras cosas, el porqué de esa estrecha amistad que ha durado tantos años. En general me ha gustado la novela: es una lectura fácil, rápida y que te genera mucha curiosidad. Sorprende, pero quizás no de la forma que había esperado… Tiene aspectos muy determinantes pero que no culminan quizás de la forma más eficaz, aunque no deja ningún cabo suelto. Sin embargo, me ha gustado mucho el retrato de la amistad, que hace la autora y mostrándonos las múltiples caras que encierra, como la obsesión, el engaño, la posesión o el amor racional. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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