En Los cretinos vamos a conocer a la señora y el señor Cretino, un horrible matrimonio que pasa los días molestándose entre ellos, compitiendo por ver quien hace la jugarreta más grande al otro. Muchas veces pienso que es una pena que no leyera la obra de Dahl de pequeño. Lo hubiera disfrutado muchísimo. Luego caigo en que lo disfruto igual con 30 años. Y es que esa es la magia de Dahl, a través de historias sencillas e infantiles (y, normalmente, con adultos bastante crueles), nos inculca valores de la manera más divertida posible. Sus personajes, siempre carismáticos, te hacen adorarlos. Incluso a los malos. Muy disfrutable |