Danny el campeón del mundo

Una historia de amistad y amor entre padre e hijo. Danny y su padre viven en un carromato inmovilizado junto a la gasolinera y el taller que regenta este último. A pesar de vivir bastante aislados y de que Danny no empieza a relacionarse con otros niños hasta que va a la escuela, es un niño listo, valiente y con conocimientos impensables para un chico de su edad hoy en día.

La historia es entretenida, pero no me ha gustado nada el hecho de que la mayor parte de la trama gira en torno a una cacería. Un recurso que utiliza el autor es presentar a los personajes como buenos o como malos, sin embargo, muestra cómo los que son buenos pueden hacer cosas malas de vez en cuando; eso sí, el fin por el que lo hacen es una cuestión más a debatir. Por el contrario, el malo malísimo de la historia se mantiene fiel a su personalidad hasta el final, sin que se exista motivo que le haga cambiar de actitud.

En cambio, algo que sí que me ha gustado es que he podido extraer varias citas.

En definitiva, es una lectura recomendada para lectores a partir de doce años, aunque considero que niños con diez u once años también pueden entenderla y disfrutarla.