La muerte de Erika Knapp

¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para desentrañar un misterio? Aparentemente, Tony Carcano no está dispuesto a mucho. Tras sus éxitos literarios como escritor de novela romántica, vive tranquilamente sin preocuparse por su alrededor ni por sí mismo, hasta que un día, Sibylle, una veinteañera de carácter, aparece con una fotografía que lo cambiará todo: un joven Tony sonriente junto al cadáver de Erika Knapp.

Este acontecimiento supone el inicio de una trama entretenida, rápida y ligeramente compleja, en la que Tony va abandonando esa faceta calmada para empezar a fijarse en lo que se esconde junto a él y, aún más importante, el verdadero motivo de que estuviese aquel día junto a Erika.

Como es habitual en el género, el ambiente adquiere un tono propio, convirtiéndose el Alto Adigio en escenario pero también protagonista de la historia. Me ha llamado mucho la atención esta ambientación, ya que es una región muy peculiar al hablarse alemán e italiano y me ha permitido conocer un poco más de sus gentes, carácter y enfrentamientos en un tono anecdótico.

El ritmo frenético de la narración, acentuado por el empleo de capítulos cortos, no ha terminado de engancharme en la historia. Si bien es una obra interesante, con elementos que la hacen distanciarse de otras del género, los personajes me han resultado un poco planos y no he congeniado con ellos. Ciertamente consigue sembrar la curiosidad en el lector, pero para mi gusto no lo suficiente.