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Lo he devorado, sin más. Las primeras páginas no me atrapaban, pero llega un momento que me vi sumergida en los personajes, en Tony, escritor de novelas románticas, Sibylle, una joven con ansias de respuesta, en Erika, la fallecida de esta historia. No pude más que devorar sus páginas hasta desentrañar sus secretos. El poder lo cubre todo y el dinero crea obediencia y silencio. El autor nos va mostrando los engranajes que deben mover los protagonistas para ir desvelando la muerte de la joven Erika. La maldad no siempre se esconde en caras inocentes. ¿Quiénes son los monstruos en esta historia? Una novela que te agarra y no te escupe hasta que te ha desvelado todos sus secretos. Solo he leído otro más del autor, pero sin duda esta historia me ha atrapado y seducido.
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