Dímelo a los ojos

Lola se va de vacaciones a Irlanda. Pero el tour que encargó no es tan maravilloso como ella pensaba que iba a resultar. Su guía es muy maleducada y los mueve por el país como si estuviesen en una cárcel. Lola ya está cansada de no poder hacer nada por libre por lo que el último día decide que en vez de ir a comer con todos se va a ir a la playa de Kinsale para relajarse, pero se queda dormida sin darse cuenta y pierde el autobús de la excursión que la llevaría de vuelta a Belfast.
Desesperada intenta ponerse en contacto con ellos pero no tiene su movil encima y apenas unas monedas en el bolsillo.
Así conoce a Fabián, que junto a un amigo se comprometen a ayudarla a volver a Belfast para que pueda coger su avión al día siguiente sin problema. A parir de ese momento comienza la verdadera aventura de Lola, que tiene los nervios a flor de piel, y Fabián, que es sordo, sueltos por las carreteras irlandesas.
Eso por una parte, pero por la otra, tenemos a Manuela, una niña bien que está cansada de que todo el mundo la menosprecie. Este viaje es su vida de escape y su punto de inflexión. Ella solo quiere que la quieran por como es, sin tener que pensar en su posición social, su peso o el que dirán. Y está preocupadísima por que la guía a abandonado a Lola en la otra punta del país.

La novela es muy corta pero muy entretenida, con momentos en los que te puedes echar unas risas con las cosas que le pasan a Lola y el desparpajo para salir de ciertas situaciones incómodas. Todo ello con situaciones inesperadas y momentos de mucha tensión. Entre tanta situación estrambótica los sentimientos comienzan a aparecer entre estos personajes de lo más variopinto. Y todo ello aderezado con los mejores paisajes de Irlanda.
La narración está en primera persona, con dos narradores, Lola y Manuela. Los personajes son increíbles y se les cogen mucho cariño aunque su aparición no sea demasiado prolongada, menos a Gudrum, ella no te caerá nada bien, a mí de echo me recuerda al personaje de una telenovela de los 90 donde una ama de llaves con el mismo nombre le hacía la vida imposible a la protagonista.
Y el final es cerrado y perfecto para la historia, de esos finales que dejan muy buen sabor de boca.
Leer a Pintina siempre es un placer y esta vez no iba a ser lo contrario. Si quieres pasar un buen momento y viajar por Irlanda, este es tu libro.