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Benny y Khin se enamoran. Él es birmano judío, y ella es de etnia karen. Estamos en Birmania en la década de los años 20 del siglo pasado. A pesar de haber nacido en el mismo país, no tienen un idioma común en el que puedan desenvolverse, y aun así, desarrollan un amor que estará vinculado de forma inevitable a la propia historia del país. Pero esta no es una historia de amor. Basada en los abuelos de la autora, ante nosotros se presenta una crónica de varias vidas, marcadas por la ocupación japonesa primero y por la independencia y el régimen militar posteriores. La historia de Birmania es, a ojos de los occidentales, aún más desconocida que la de alguno de sus países vecinos. No existe ninguna referencia en nuestros libros de historia, no aprendemos nada más que su localización geográfica, además de los pocos segundos que escuchamos en las noticias antes de cambiar el canal. No es para nada fácil leer la obra de Charmaine Craig ni es para todo el mundo. Es necesario tener la mente bien preparada para poder afrontar toda la información que vamos a procesar: hechos históricos, nombres de minorías y conflictos políticos. Los diferentes sucesos van ocurriendo, uno tras otro, sin piedad ni descanso, hasta tal punto que a veces podemos llegar a pensar que estamos ante un manual de historia. Con una narración desnuda y natural, la autora recrea la historia de su familia, abordando temas religiosos y étnicos y todo lo que conlleva. Viajamos a aldeas perdidas, en situaciones límites, donde se respira el dolor y la desesperanza, pero también nos lleva a las altas esferas donde el brillo de las copas para brindar y la charla diplomática de bailes y fiestas se mezclan con la situación política. Hay algo, sin embargo, que falla, y que seguramente se deba a la falta de descripciones físicas: se hace mucha introspección, y sin embargo, tras haber leído el libro, no tengo ni idea de cómo es Birmania salvo por las pocas imágenes que habré visto y las ideas preconcebidas basadas en los países de alrededores. Se nota que le falta una revisión más al manuscrito, ya que se escapa más de una falta de ortografía y varias tipográficas. Es una lástima, porque es un libro con una visión clave para entender lo que está pasando en Birmania ahora mismo, desde un punto de vista que no es ni el puramente occidental, ni tampoco la visión de la mayoría birmana, sino desde el punto de vista de la minoría karen, a través de una figura muy importante: la de Louisa Benson, la que fue Miss Birmania, pero también parte fundamental del Ejército de Liberación Nacional Karen. |
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