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Primera parte de la serie Hermanas de sal. Retelling de Las doce princesas bailarinas de los hermanos Grimm, pero es este caso más oscuro. Annaleigh es una de las doce hermanas, la familia está pasando una mala racha, se está adaptando a todas las desdichas como puede, aunque no debería haber cosas que anhela. La familia está de luto porque la madre y cuatro de las hermanas han muerto, eran doce y el pueblo piensa que están malditas. Su padre ha vuelto a casarse y su madrastra no les cae muy bien. La familia vive en un pueblo isleño frente al mar donde este sería testigo de sus desgracias. Fisher es un gran amigo de Annaleigh y vuelve a casa y se va a quedar una temporada, es el amor de juventud de ella, pero sobre todo es un gran apoyo moral. Un día Annaleigh se tropieza con un desconocido, Cassius, lo que en un principio solo fue un tropiezo va a ser el principio de una amistad... Esta historia es un cuento de hadas oscuro, tiene una parte de misterio familiar ligado a algo oscuro, el sonido de unas faldas donde no hay nada. Y un punto mágico que lo envuelve todo de una manera que no lo ves venir. Tenemos romance, yo diría que es secundario, y aunque parezca que puede haber un triángulo amoroso, solo hay una personalidad. Un romance lento, de época y distancia, de dos personas que en un principio no están destinadas a estar juntas, pero que sus corazones laten al mismo son. |
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