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Si tuviera que resumir esta historia en una sola palabra sería «cautivadora». Ha sido un gustazo haber podido leer esta novela en su edición anticipada gracias a Masa crítica y Suma de letras. El libro arranca en el presente, en el amanecer del día en que Elle tendrá que tomar una decisión que puede cambiar su vida para siempre. Esas siguientes veinticuatro horas están fragmentadas y entrelazadas con un viaje a su pasado en el que recorremos su infancia, adolescencia y juventud. Una travesía a través de la cual conocemos con profundidad a nuestra protagonista, pero también a las personas que han sido importantes en su vida. El hecho de que se haya estructurado así me parece todo un acierto. La información está bien dosificada y todas las piezas encajan en su sitio a la perfección. La autora ha usado de manera muy inteligente la anticipación dejando a lo largo de la novela algunas semillas que adquieren su sentido pleno al final de la lectura. El ritmo es pausado pero no se hace lento, al contrario, nos permite saborear con calma una narración tremendamente sensorial. El escenario donde transcurre la mayor parte de la historia es un personaje más: un conjunto de cabañas frente a un lago, cerca de la playa, en medio de un bosque en Cape Cod, Massachusetts. Hay bastantes referencias a la flora y fauna local que, sin resultar abrumadoras, añaden autoridad a la voz narrativa y enriquecen el escenario. Las descripciones de la autora, tan certeras, te hacen sentir físicamente dentro de la historia. Vemos toda la narración desde el punto de vista de Elle y a pesar de eso la autora consigue que podamos entender a la perfección al resto de los personajes, utilizando los diálogos y sus gestos a su favor. Jugando con lo que dicen y sobre todo, con lo que no dicen. Los personajes son verosímiles, tan reales que llegas a amarlos y se te rompe el corazón con su sufrimiento. Cada uno tiene sus propias heridas y trata de sobrevivir como puede. Tomando malas decisiones, castigándose a sí mismos y a veces, sin darse cuenta, a los demás. Destaco a Anna, hermana de Elle, por la evolución tan bonita de su relación y a Wallace, la madre, con su pasado difícil, su personalidad original y su entrañable imperfección. La mayoría de los personajes masculinos son de ese tipo de hombres que no aman a las mujeres, quizá por eso el personaje principal entre ellos, Jonas, brilla sobre todos mostrándose como un auténtico caballero andante. La gran pregunta sobre la decisión final de Elle te mantiene en vilo devorando página tras página mientras la historia gira entorno a las relaciones familiares; con sus secretos, sus luces y sus sombras. Nos lleva a reflexionar sobre cómo los padres y su comportamiento moldean a sus hijos, queriendo o sin querer. Sobre la búsqueda de aprobación por parte de esos hijos. Sobre la crueldad del ser humano y su capacidad de transformación. En resumen, una gran lectura. Una de esas historias que se queda dando vueltas en tu cabeza mucho después de haberla terminado. Merece mucho la pena. |
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