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Continúan las aventuras de Franck en la prehistoria. al comienzo de este tomo lleva ya un tiempo viviendo con la tribu que conoció en el primero. No se dice exactamente cuánto, pero el suficiente para que ya esté harto de la carne cruda. Realmente, está harto de todo y, aunque aún no ha empezado a nevar, se congela. Parece que todos los días de Franck en la prehistoria son como ésos en los que a uno no le sale nada bien. Trata de enseñarles lo que es el fuego y hasta el bebé consigue encender una hoguera antes que él. Y luego se quema la cueva. Vamos, que el pobre Franck no da una. Aunque se trata de un tema recurrente, no llega a cansar ni deja de resultar divertido ver el continuo choque cultural entre el chico francés del siglo XXI y los habitantes de la prehistoria. Luego están los conejitos que han convertido ser adorables en un modo de vida con intenciones un tanto siniestras para conseguir zanahorias perfectas. Esta parte no fue muy seria, pero sí muy divertida. El principal problema que le estoy viendo a estos cómics es que no se ha vuelto a mencionar la búsqueda de los padres. Franck está desesperado por volver a su época, pero no intenta hacer nada al respecto. Me hubiera gustado ver alguna pista por pequeña que fuera. de momento hay publicados cinco tomos, cuatro de ellos ya en español, así que hay tiempo, pero espero que no estiren demasiado las aventuras o, mejor dicho, pequeños desastres, de Franck en la prehistoria. Acaba metido en situaciones desternillantes, pero me gustaría averiguar más del misterio general y de cuánto tiempo ha transcurrido en el siglo XXI. |
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