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Este thriller que gira en torno a la venganza, engancha al lector desde la primera página. Los protagonistas Ike y Buddy son dos expresidiarios con sed de venganza que, a pesar de ser dos personas completamente opuestas, unen sus fuerzas para atrapar a los asesinos de sus hijos. La lectura es muy rápida y tiene un ritmo trepidante. La ambientación está muy detallada y la trama bien construida. Trata numerosos temas como son la homofobia, el arrepentimiento y el racismo. En rasgos generales se trata de un thriller trepidante y sorprendente que me ha agradado mucho y me ha dejado un buen sabor de boca |
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