El abogado de pobres: Premio de abogados 2014

Primera entrega de la trilogía protagonizada por Pedro de Alemán y Camacho, ambientada a mitad de siglo xviii en la ciudad de Jerez.

Un joven abogado ocupa el cargo de Abogado de pobres, una figura parecida a un abogado de oficio que atiende a aquellos que no se pueden permitir pagar una defensa. No termina de entender que su padre, su antecesor en el puesto, dejase de lado su despacho privado para centrarse en esta labor. Pedro de Alemán no tiene gran interés en defender a estas gentes, pequeños delitos donde poco se puede hacer y aún más desgana si los presupone culpables. Pero el exiguo salario que recibe del erario público por esta función es su única fuente de ingresos y no duda en complementarlo con otras "compensacciones" cuando la ocasión se presta. Hasta que un caso capta su atención, remueve su desidia y su actitud, se centra y consigue una brillante defensa. Su primer éxito junto al reconocimiento social y agradecimiento de la familia implicada, hacen cambiar su actitud, entender la necesidad de acceder a una buena defensa y la importante función que representa el Abogado de pobres. Y además le permite empezar a tener encargos a través de su despacho privado.

He disfrutado con los casos tratados. Su defensa empieza con una buena investigación, saber lo que ha ocurrido, obtener pruebas y testimonios para poder desmontar la acusación, casi más un trabajo de detectives. Y aún sabiendo lo que sabes por la investigación, la escenografía a la hora del juicio es muy buena, siguiendo los interrogatorios de fiscal y abogado, las deliberaciones del juez y las reacciones de los implicados.

La ambientación me ha parecido buena, aunque no conozca Jerez y no haya podido seguir el trazado por sus calles e Iglesias. El retrato social de la época me ha parecido acertado e interesante. La mini parte romántica no se me ha hecho pesada, está bien integrada y forma parte de ese retrato y crítica social. La resolución del último caso, me ha parecido realista.

"Donde no llegue la justicia humana, confiaremos en la justicia divina".

Con tanto nombre "ilustre" -el autor siempre los nombra por nombre y apellidos-, más de una vez me ha tocado contar los asistentes a una reunión, parecían multitud cuando no eran más que unos pocos.

La introducción al libro y presentación inicial de los personajes antes de "entrar en materia" -unas 70 páginas casi- me ha resultado algo lenta y pelín pesada, luego la "cosa" se anima, te atrapa y no puedes soltar el libro. Por tanto, si te animas a leerlo, continúa, creo que vale la pena.

Es un libro que puede gustar no solo a los doctos en leyes, por los procedimientos seguidos, sino también a los que disfruten con libros historicos y thrillers históricos. Yo, de momento, voy a continuar con el resto de libros.

Valoración: 8,5/10 (*)
Lectura: enero 2021

(*) 4*, por ese principio de libro. Aunque lo considere "un mal necesario"