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Cortázar, nada más y nada menos. En esta obra escrita siendo bastante joven y siendo su primer libro de relatos, vamos a leer historias de mucha calidad literaria y en las que te asaltan las dobles o triples interpretaciones que te mantienen absolutamente expectante. Comenzamos por el título, entendemos que en esta recopilación de relatos, nos podemos encontrar con alguna bestia, monstruos o algo parecido, sin embargo, literalmente, no va a ser así, pero profundamente podemos entender muy bien el título, porque en cada uno de los relatos, nos encontraremos con aquellos monstruos que puede generar el ser humano e incluso percibir el terror y el miedo que nos provocan. Y aunque son bastante diferentes, cuando acabas uno, nos vamos a quedar un buen buen rato pensando, razonando… además también como ingrediente característico del gran Cortázar, siempre nos sugieren diferentes e interesantes significados. También sorpresa y al mismo tiempo, incomodidad. Si repites la lectura de alguno de ellos, inmediatamente, vas a encontrar otra interpretación, y así una y otra vez, jamás acabas, porque todos admiten tantas lecturas como deseemos. Cualquiera de ellos va más allá de lo que se nos dice, son pistas para que interpretemos, pensemos, razonemos, pero sin descanso. Acabas agotada, física y mentalmente. Tirada, y echando humo. Yo he tardado bastante en leerlos, por ese motivo y además no es fácil que te dejen en paz. El sentimiento es que las historias te están observando, y esperan tu reacción. Es como dar vueltas sin parar, tienes que gritar ¡BASTA! Son ocho cuentos realmente impresionantes, una experiencia particular, impactante, que a pesar de ser su primera incursión en el panorama literario del relato, ya nos acercan a su universo creativo mostrándonos inimaginables situaciones. Conocemos el misterio, la locura, las crisis, el temor, la fantasía, el desasosiego, lo absurdo, situaciones incómodas, y además no paras de moverte mientras lees. Se apoderan de ti. Ciertamente responden al género fantástico donde los ocho relatos que leeremos y según el propio autor dijo, fueron escritos como autoterapia : “Yo escribí esos cuentos sintiendo síntomas neuróticos que me molestaban” Entendido Don Julio Cortázar. Como ejemplo de todo lo que he comentado, voy a poner tres relatos que no olvidaré. Uno de mis relatos favoritos: “Casa tomada”, dos hermanos viven en una gran casa pero se dan cuenta de que ha sido ocupada por algo que no sabemos. ¿Qué harán los hermanos? En el relato lo dice. La interpretación me la reservo. Un relato absolutamente desasosegante: “Cefalea” con este tuve que parar, nos introduce en la crianza de un animal, que se inventa, que producen grandes dolores de cabeza. ¿Qué ocurrirá? Uno muy surrealista: “Carta a una señorita en París”, mejor no digo nada más. Solo diré que hay conejitos, el animalito que todos conocemos. En realidad, todos y cada uno de ellos, son relatos que no puedes olvidar con facilidad, perduran y vuelven una y otra vez. Nos dejan descolocados y además sus desenlaces nunca son los esperados. Son extraordinarios e inquietantes. Son historias breves, originales, sorprendentes, de estilo simple pero tan complejos en su profundidad. Quedas atrapada inmediatamente. Pero salir de ellos te va a costar mucho más. DISTANCIAMIENTO, ¿funcionará? Me han encantado, maravillado y desasosegado. Se experimenta un cúmulo de sensaciones que te envuelven y te incitan a recorrer unos paisajes particularmente absorbentes, que no te abandonan. Hay que dejar pasar el tiempo para salir ilesa. ¿Te atreves? Poderosos relatos, Recomendables relatos. |
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