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Crítica de Inquilinas_Netherfield


Inquilinas_Netherfield
08 January 2018
El Quijote fue el primer libro con el que sentí y percibí esa sensación tanto de realidad como de conexión cuando el personaje se independiza de su autor y traspasa la ficción para convertirse en alguien que existe fuera incluso de su propia historia. Este sentimiento es la génesis de mi pasión por la lectura, la columna vertebral que alimenta mi ansia lectora.

Un libro es el producto de una mente creadora, y cuando lo definimos como más o menos bueno, en mi caso, además de otras circunstancias o elementos como podrían ser las tramas, ambientaciones, descripciones, etc... considero que lo más importante siempre es el personaje, y la primera pregunta que me hago cuando un libro cae en mis manos es si el autor habrá sido capaz de forjar e investir a sus personajes, otorgándoles las cualidades y apariencias necesarias para que se presenten ante el lector con la dignidad suficiente para recalar en su mente. Y si hay suerte (porque no sucede todas las veces ni con todos los libros), esos personajes podrán salir de su historia y de sus hojas encorsetadas para quedarse en la memoria, y ser percibidos como algo real cuando la conciencia o inconsciencia nos los recuerda de alguna manera.

Juan Miguel Contreras es uno de esos pocos autores que sabe insuflarles alma a sus personajes. Ya lo hizo en La muñeca rusa, con Milos Meisner e Irina Belokoneva (que ya forman parte de mi realidad), y en Cardiopatías encontramos todas las semillas que pululan el universo tan particular del autor.

En este libro nos ofrece una recopilación de nueve relatos distintos, diversos y diferentes. Elijo todos estos adjetivos porque en él descubrimos relatos de todo tipo, pero unidos y encofrados en un mismo y enfermo corazón. Juan Miguel Contreras construye a partir de las enfermedades de corazón (esas cardiopatías) el esqueleto de su libro, encuadrando los relatos con dichas enfermedades.

Esta es una manera como cualquier otra de enlazar los relatos pues, en mi humilde opinión, el verdadero hilo conductor del libro, lo que lo hilvana y lo une, es la coherencia de todos sus personajes. Estos nos cuentan diferentes historias ambientadas en épocas dispares, pero todos al final, de alguna manera, las sobrepasan. Con eso no quiero decir que el relato sea insuficiente, que conste, pues Cardiopatias no necesita más ni menos; el autor, en su destreza, ha sabido utilizar las palabras necesarias para concretar y delimitar todas las tramas. Si las ampliáramos se perdería la esencia de los propios relatos, pues una cosa es que los personajes se salgan de la historia porque son capaces de independizarse para recalar en nuestra memoria, y otra es que terminemos una historia para empezar otra en ella misma (no sé si me explico).

A grosso modo, Cardiopatías es lo que es; una recopilación de relatos, y no necesita más. Los personajes nos transmiten y nos dicen todo en sus respectivas argumentaciones, y si pasaran a una novela hablaríamos de otros personajes con otras historias.

Así, al leerlos puede parecernos que somos unos extras de la película Con faldas y a lo loco de Billy Wilder, o, por lo que a mí respecta, que me traslado a las puertas del pub junto a mis no tan viejos colegas (qué tiempos aquellos). Con cada uno de estos relatos se nos despiertan sentimientos y se renuevan sensaciones un tanto olvidadas, pero todos, de alguna manera, consiguen tocar esa fibra invisible que denominamos como sensible.

Conforme saboreamos los finales partidos, en los que esos personajes demuestran el coraje suficiente para dejar atrás lo que no puede seguir adelante (y dar carpetazo y recomponer, mejor o peor, sus vidas), vemos que nuestro autor es un gran artesano en la fabricación de historias gracias a los diferentes registros que abarca, ya sea género histórico, novela negra o intimista... en este último caso en sentido figurado y también en el literal más escatológico, pues no quiero pensar cómo quedó la toilet del señor Ramón Navarro.

De todos los personajes, Maika, de la ciudad trenzada, es la que más me ha calado, quizás porque las dos coleccionamos momentos y personas particulares. al final he descubierto que estoy unida con el hilo rojo del destino a este tipo de personajes que solo tú, Juan Miguel, eres capaz de engendrar. La verdad es que he disfrutado de cada uno de tus relatos. Toda esa rica narrativa, enriquecida con la extensa cultura que se aprecia en cada una de tus descripciones, lejos de parecerme complicada en realidad facilita en todo momento la lectura, pues tu saber hacer lo transforma todo en sencillez y agilidad.
Enlace: http://inquilinasnetherfield..
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