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Me ha gustado. Conectas desde el principio te enganchas y sumerges en un mundo de amistad y solidaridad dónde los problemas parecen más pequeños en compañía. La mezcla de niñez, juventud y vejez es un acierto. Pasa del pesimismo al optimismo, de la soledad a la compañía y de la tristeza a la alegría desde qué empiezas y mientras vas avanzando por el libro. Con una escritura muy agradable hace una lectura amena de cómo Ferdinand pasa de vivir sólo en su granja a ir invitando a su vecina, su mejor amigo viudo, dos hermanas inseparables, una joven estudiante de enfermería y un estudiante del sector agrícola que terminan viviendo en compañía y de forma sostenible gracias a la granja.
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