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Al principio tuve algún problema con este libro porque el primer caso era tan insulso que se me hizo eterno, quitándome las ganas de seguir leyendo. Por suerte el siguiente sí me pareció original y entretenido. El tercero también, pero el cuarto ya no. Con esto quiero señalar que el ritmo de lectura ha sido irregular. Tienen los mismos ingredientes o la misma fórmula utilizada en entregas anteriores de Sherlock Holmes, de ahí que algunos casos me parecieran repetitivos. Por suerte, esta sensación desaparece en la recta final. En esta colección podemos encontrar temas bastante variados, como orejas cortadas enviadas por correo, mujeres que desaparecen durante las vacaciones, una enfermedad mortal, un ataque al gobierno británico, espías alemanes... entre otros. Sólo el último caso está ambientado en el presente. En el anterior libro, El regreso de Sherlock Holmes, el detective decide retirarse al campo entre mieles y abejas, y transcurren cuatro años hasta que decide volver a la acción. La relación entre Holmes y Watson, como siempre, genial. Creo que un personaje como Sherlock no habría sido tan memorable si no contara con la amistad del Dr. Watson. Éste no sólo lo ayudaba en sus investigaciones, sino que a través de sus ojos pudimos apreciar el lado más humano de Holmes. Nuestro detective siempre ha recibido todos elogios, pero en esta ocasión me gustaría darle una palmada en la espalda a Watson también. Saludos ;) |
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