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nos encontramos en Inglaterra de 1800, en un baile la noche anterior a que una expedición navegue hacia el ártico. En este baile una joven, de nombre Clara, enamorada de uno de los hombres que zarparan, confiesa su angustia por un viejo prometido, también marino, que regresa de su expedición a concretar su matrimonio. Lucy, su amiga y confidente, le aconseja la honestidad y rechazar al hombre en cuanto regrese para no hacerle mayor daño ni alimentar falsas esperanzas. Es esa misma noche que este viejo amante se presenta en pleno baile y busca a Clara con la energía inagotable de un hombre a punto de reencontrarse con su amada. Clara por su parte es firme en su postura y rompe el compromiso sin darle motivos claros, pero él los sospecha y antes de marcharse jura venganza contra aquel que le ha robado su amor. Con el corazón roto y el ferviente deseo de alejarse, el despechado hombre se une a la expedición al ártico sin saber que en la misma, va aquel hombre que Clara ama. Todos sabemos que en algún momento lo descubrirá, pero ¿Cómo? ¿Por qué? Y ¿Qué hará cuando lo haga? Son las incógnitas que mantienen el suspendo a lo largo de las paginas de esta corta novela que entrega exactamente lo que promete, una aventura de amor, despecho y muerte. Collins tiene la capacidad de narrar la historia de tal forma que uno se sienta incapaz de alegarse del libro, mantener el suspenso hasta el final es definitivamente algo único, que ha sido alabado por muchos, por otra parte, “en mares helados” siendo una referencia tanto a los mares árticos como a la frialdad del rechazo a amoroso, es definitivamente una obra que mi corazón necesitaba leer, a pesar de que hace tan solo un par de semanas no sabia de su existencia. |
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