La historia arranca con una trama que te engancha desde el primer momento. Emma, con una vida ya complicada entre dos trabajos, un piso compartido, secretos del pasado y un novio que deja bastante que desear, se ve envuelta en una serie de sucesos que ponen su mundo patas arriba. Un dolor de cabeza y un intento de secuestro es solo el comienzo de sus problemas, que se complican aún más cuando su empleo está en riesgo y su lugar de trabajo habitual desaparece sin explicación. La relación de Emma con sus amigos es un tesoro dentro del caos, destacando una lealtad inquebrantable y una familia elegida. Su exnovio es el tipo de persona que preferiríamos mantener a distancia (por lo de gilipichi y eso). Lo que menos me gustó de la historia es que tiene muchos saltos de tiempo y muchos nombres, entonces a veces perdía el hilo con facilidad y me desubicaba. La historia nos lleva por un viaje a través de los tiempos, explorando la vida de vampiros y hechiceros y cómo se han adaptado a lo largo de las eras. La trama tiene conspiración, amistad, secretos, mentiras, traiciones y política vampírica y hechicera, una historia llena de secretos y suspense. Emma se encuentra en el epicentro de esta tormenta, descubriendo un nuevo mundo y enfrentándose a la manipulación y la traición. Un vampiro misterioso, cargado de sus propios demonios y secretos, aparece para volver un poco más loco el mundo de Emma. Aunque hay un ligero toque de romance, la historia no gira en torno a esa historia. |