Un relato de apenas 64 páginas escrito con una prosa cuidada, elegante y sensible, que utilizó la autora para, a través él, contarnos parte de sus memorias. En éste se relata una relación platónica o real (pues en ningún momento se aclara) entre un librero de París y la Princesa rusa (“y no por sus títulos sino por su elegancia y su aura de princesa de cuento”). El librero es un apasionado de la literatura francesa del siglo XVIII, y el relato está colmado de referencias literarias, principalmente de su escritor favorito “Jean-François de Bastide; un autor de comedias y dramas menores, según los eruditos, pero magistrales según el Librero” tal como lo expresa en el propio libro. |