Los manuscritos rojos de la magia (Cazadores de sombras - Las maldiciones ancestrales1)

Después de más de un año, tenía ya muchas ganas de leer algo de Cazadores de Sombras. Este libro lo tenía desde hace tiempo, pero he tardado en empezarlo porque no encontraba el momento optimo para leerlo de forma que pudiera disfrutarlo y saborearlo como se merece. Y no es para menos, porque el Malec se merece esto y más. Sé que sonara muy cliche, pero esta pareja es mi favorita, de lejos, de toda la saga. Y estos dos personajes, junto a Izzy y Simon son también mis preferidos de todos los libros. Así que el que tengan una trilogía es para mi motivo de alegría y satisfacción absoluta. Cada vez que pienso que un personaje tan carismático Magnus estuvo a punto de quedarse en un mero secundario en la historia general de la serie me entran escalofríos, sin él la historia de Cazadores de Sombras no habría sido para nada lo mismo, le ha dado muchísimas cosas interesantes, y su relación con Alec es solo una de ellas. Alec es un personaje que ha ido evolucionando mucho a lo largo de los libros, y eso se ha notado. Creo que pocos personajes como él se merecían más su dosis de protagonismo absoluto por una vez, ya que muchas veces ha aparecido como un personaje meramente secundario respecto a otros, por más que libro a libro haya ganado más peso en la trama. Desde luego, una de las cosas que más he disfrutado en esta lectura es sumergirme totalmente en lo que les pasa por la cabeza y profundizar más en ellos y en como son, o ven las cosas.

Todo esto viene porque “Los Manuscritos Rojos de la Magia” se sitúa entre “Ciudad de Cristal” y “Ciudad de los Ángeles Caídos”. Es en ese momento cuando Magnus y Alec estaban empezando a salir y no se conocían aún bien, dudaban el uno del otro y, sobre todos, de ellos mismos. La novela es toda una oda a la historia de amor de estos dos y a sus personalidades, a como va forjándose su relación y como eso les afecta como personajes. Todo lo demás en esta historia es secundario, así de simple. La trama de misterios y sectas que vértebra la novela no es ni mucho menos las mejor la mejor de este mundo, es demasiado previsible y tópica. Pero lo que da vida a la novela, su auténtico núcleo emocional es la historia de amor entre los dos protagonistas. Y creo que eso es algo que los dos autores no se toma ni tan siquiera la molestia de ocultar al lector. Creo que por eso hubo un momento hacia la mitad del libro en que me aburrí un poco, no conseguía conectar con la lectura o que esta me interesara o entretuviera. Casi tuve que obligarme a seguir con la misma, y eso es algo que me parece impensable dentro de una serie que me encanta y que siempre he disfrutado. Por suerte luego todo mejora y se vuelve pura adrenalina, la trama se vuelve más adictiva y trepidante. En ese punto fue cuando realmente empece a disfrutar mucho leyéndola y al final realmente me enganché mucho, ya que me tuvo en vilo totalmente.

Realmente tengo que admitir que esta historia me parece en términos argumentales bastante pobre en comparación con otras novelas de Clare, y tampoco veo que aporte mucho a la trama general de Cazadores de Sombras. No hay giros de la trama que impacten realmente, o pasan cosas que el lector no se esperase para nada, excepto en la última página, cuando, ahora si, los dos autores se marcan un plot-twist épico que te deja con la boca abierta y con ganas de saber más. Tampoco hay muchos personajes nuevos, y a mi personalmente ninguno de ellos me ha llamado la atención. Más bien lo que he disfrutado es la aparición de viejas caras conocidas de las que siempre es agradable volver a leer (Raphael Santiago como te echado de menos a ti y a tus comentarios... y por supuesto mención especial a Aline y Helen, una pareja que también me encanta en este universo. al igual que con el Malec, me hizo mucha ilusión ver los inicios de este par).

Como ya he señalado antes, lo realmente interesante en esta novela es la relación entre Magnus y Alec. Resulta muy interesantes verles en ese punto en que están empezando a conocerse y en el que todo en su relación es realmente desconocido, puro y bonito (luchas con demonios y sectas incluidas), especialmente cuando sabes qué es lo que va pasar en los siguientes libros y en qué punto van a terminar. Como fan de estos dos me ha resultado realmente enternecedor, y lo he disfrutado mucho, el 90% de las veces me derretía con ellos de lo monos que son. Solo por eso vale realmente la pena leer este libro, y yo espero con ansias las dos continuaciones (aunque admito que no tanto como tener entre mis manos en español, de una vez por todas, “Cadena de Oro” y continuaciones) de una saga que más que aportar algo al universo de Cazadores de Sombras, dará muchas alegrías y buenos momentos a los fans de los shippeos y el fanservice.