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𝑭𝒖𝒆𝒓𝒐𝒏 𝒍𝒐𝒔 𝒍𝒊𝒃𝒓𝒐𝒔 𝒍𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒉𝒊𝒄𝒊𝒆𝒓𝒐𝒏 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓 𝒒𝒖𝒆, 𝒒𝒖𝒊𝒛𝒂́𝒔, 𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒔𝒐𝒍𝒐. Príncipe mecánico, es la segunda parte de Los orígenes y el sexto libro en orden de lectura según la autora y la fecha de publicación. Creo que hasta el momento es el libro con el que más he sufrido y eso que la saga principal me tiene chillando todo el tiempo. Es que lo que Cassandra nos hace sufrir con estos personajes no tiene nombre. Y lo que más joroba es que me hace dudar la mayoría de las veces de si las intenciones de algunos de ellos son premeditadas o realmente dicen lo que piensan. En este segundo libro comenzamos justo donde acaba el anterior, por lo que la acción está desde el minuto uno en el que abrimos el libro. Me gusta que tomen protagonismo personajes que pasaron algo más desapercibidos, como Henry y Charlotte a los que no se les puede coger más carió como en este libro. Por otro lado podemos ver más interacción por parte de otros secundarios como son Sophie, que además me gusta mucho o Jessamine, personaje que no aguantaba ya en el primer libro y que en este me demuestra que no estaba equivocada con mis pensamientos. Mortmain vuelve al acecho y cada vez está más cerca de conseguir su propósito de acabar con los Cazadores de sombras, sobre todo gracias al ejército de robots que ha creado. Además, en este segundo libro conoceremos más sobre el pasado de Will y por qué se comporta de la manera en que lo hace y a mí se me ha roto el corazón. Por otro lado, si hay algo que no me gusta en los libros son los triángulos amorosos. Me cuestan mucho, lo reconozco, pero Cassandra lo hace tan bonito, que no le puedo poner pegas. Bueno, un poco sí, y es que creo que Tessa realmente no está enamorada de los dos, pero al haber estado tanto tiempo sola y sin amigos, creo que no es capaz de ver o entender qué es el amor y qué la gratitud y la amistad, pero obviamente esa es mi opinión. Y bueno, el libro acaba de tal forma que yo solo me quiero tirar de los pelos porque no puedo más. |
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