Dios en una esquina

Al principio de la historia estamos confundidos, como uno de nuestros protagonistas cuando su avión aterriza a un destino que no es el suyo, a una Tierra que se parece a su Tierra pero tiene algo distinto, a una realidad que no le corresponde.

La verdad es que no sé exactamente qué me esperaba de este libro y ahora no sé cómo sentirme después de leerlo. A mí, principalmente, la física cuántica, algunas teorías científicas que cuenta y demás no me apasiona y en el libro se habla mucho de eso. Hay diferentes protagonistas, cada uno en su tiempo y con su propia historia que al final convergen en una sola uniendo todos los cabos y haciendo que te des cuenta de que todas las decisiones y actos, por pequeñas que sean, son importantes para la trama. Me pareció maravillosa esa fusión y en algunos puntos me sorprendió. Eso sí, me hubiera gustado saber más de algunos personajes.

Poco a poco conoceremos a los protagonistas y sus historias y cómo acaban tal y como están ahora. Me han parecido interesantes casi todas las historias de los personajes. Una cosa que no me ha gustado mucho es que el autor divaga bastante. Tiene una idea y en vez de hablar sobre ello uno o dos párrafos (en mi opinión son suficientes para dar a entender lo que quiere transmitir), la extiende unas tres o cuatro páginas. Esas partes me han parecido tediosas y a veces hasta repetitivas.

La construcción de personajes está muy bien y la ambientación no está mal, otra cosa que a mí me ha fallado es que muchas veces me ha costado averiguar de quién, de qué y en qué época transcurre la historia ya que los saltos en el tiempo se dan en cada capítulo.

El final me ha gustado, no deja ningún cabo suelto.

Quizás no fue el momento de leer este libro o simplemente no fue un libro para mí.