Las bestias de bronce: Los lobos de oro

Esta tercera y última parte me ha gustado y creo que es un buen cierre para una de las trilogías que más me han sorprendido para bien últimamente. Aún así creo que es el libro que menos me ha gustado de los tres, creo que porque ya le he pillado el truco a la pluma de la autora y logra sorprenderme menos. En este libro seguimos al grupo de amigos sin Severin ya que se ha “unido” a Ruslan en la búsqueda del mítico templo que les puede conceder la divinidad. Esta vez la historia se desarrolla en las calles de Venecia y es allí donde seguimos a los personajes en la búsqueda de pistas y resolución de misterios que les acerca a su increíble búsqueda. La verdad es que esta parte al igual que el desarrollo de la trama me gustó bastante, la autora sabe manejar muy bien el suspense, la acción, el misterio y los giros en la trama con lo que te mantiene enganchado en cada momento. Además su pluma es ágil y rica en descripciones con lo que te permite imaginarte todo lo que sucede en cada momento. En cuanto a los personajes, creo que son el punto fuerte del libro, todos los personajes, tanto los principales como los secundarios están fantásticamente creados, todos tienen su papel en la historia y vemos evolución en ellos. El romance también me ha gustado, a pesar de que no tiene mucho peso en la historia creo que le viene bien al libro además se desarrolla de manera lenta que es como a mí me gusta. También me gustó los temas que la autora trata a lo largo de la trilogía; las ansias de poder, el fin justifica los medios, la venganza, la lealtad, el miedo al fracaso y al olvido, la lealtad, la amistad, etc. En definitiva, un gran desenlace para una historia que creo que les encantaría a todos los fans de la fantasía.