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Crítica de AGamarra


AGamarra
15 July 2020
"Yo soy el alma joven
de las verbenas locas,
que pone los claveles
sangrientos en las bocas,
y canta el sonoroso
y el olímpico epigrama
del vino y del abrazo,
del beso y de la llama."

José Santos Chocano es un poeta peruano muy famoso, considerado un clásico entre nosotros, emparentado con el movimiento modernista, hoy bastante poco leído.
Esta colección de casi 80 poemas, la mayoría extensos, tiene el título de "Selva Virgen" y es uno de sus primeros trabajos. Aunque la verdad puedo contar a lo mucho 5 que realmente se dedican al tema de la Selva en sí, a sus paisajes y a sus animales. En realidad, algo que me gustó mucho de este poemario es la diversidad de temas que trata. Algunos excepcionales no tienen rima, casi todos están compuestos en diferentes versos y distintos tipos de rima pero la gran mayoría muy melodiosos.
Toca temas como el amor, pero no uno simplón, sino casi siempre profundo, los celos, algunas burlas a la amada infiel, temas mitológicos, bastantes temas literarios (Hamlet, Homero, Don Juan, Musset y un largo etcétera son mencionados en sus poemas). Me encantó que toca temas sobre todo literarios e históricos, el poeta se anima a recrear o "dar vida" a personajes históricos o de ficción y darles su propio toque.
Los poemas que más me gustaron fueron :"Elegía breve", El último amor", "El fin de Don Juan", "De viaje", "el nuevo monólogo de Hamlet", "Urna", "El fin de Satán", "El diálogo de las tubas"y "La muerte del cisne" (creo que éste último es mi favorito junto con el de Don Juan).
Aquí algunos versos:

La carne es fango y mi arte
no es de carnales galas,
sino de florilegios
en las campestres salas,
donde susurran fuentes,
donde aletean brisas,
donde las flores cambian
suspiros y sonrisas...

Por vencer del amor la tiranía
hiciste del amor ya no un imperio,
sino una demagógica anarquía
Burlando el religioso ministerio,
tornaste en un infierno el matrimonio
¡y en una salvación el adulterio!

Quizás ya nunca nos encontremos;
quizás ya nunca veré a mi errante desconocida;
quizás la misma barca de amores empujaremos,
ella de un lado, yo de otro lado como dos remos,
toda la vida bogando juntos y separados toda la vida ...

¡Con qué gozo infernal pondré los labios
en la copa de orgiásticos placeres!
Me graduaré de sabio entre los sabios
que se saben reír de las mujeres...
Culpa tuya será, si yo algún día
clavo un puñal de una mujer al pecho:
ya que tú has pervertido el alma mía,
otras me pagarán el mal que me has hecho.
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