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Felipe está pasando por una mala racha y parece que esta va a tardar en pasar cuando es obligado a vivir con sus primos en la antigua casa de su abuela.
La familia Dunas es bastante peculiar, pero Felipe, Jorge y Mario se llevan la palma, sobre todo el último.
Una dolida y triste Camille lucha por curar sus heridas emocionales y su corazón. Para ello viaja desde su Irlanda natal hasta Malaga, la tierra de su padre. Allí, de casualidad conoce a los primos Dunas y terminará viviendo con ellos en la misma casa.
Allí, además de superar una gran parte de sus daños, vivirá grandes momentos y se enamorará como nunca lo había sentido.

La novela es muy entretenida, rápida e incluso adictiva. Tiene un romance más bien tranquilo que fluye desde el primer momento. Pero creo que la novela, aunque se centra mucho en el romance de estos dos personajes y en sus historias personales, se centra mucho en la relación de los primos con el mundo, ya no solo los tres que viven juntos, sino con Azahara y los demás familiares.
Es una novela muy divertida y que te mantiene enganchada por los capítulos narrados por Azahara y Nil, que hay pocos, pero muy buenos y que te dejan con la necesidad de seguir sabiendo más de ellos. Y espero que en el siguiente libro estos personajes sigan saliendo y que podamos ver su evolución entre el resto de tramas.