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Esta es una historia muy bonita, muy fresca, justo como una brisa de verano. Es la primera parte de una trilogía sobre la familia Dunas, que realmente si va por cada primo será una octología... si eso existe... sino, una serie de 8 libros, porque todos estos personajes son tremendos personajes, dignos de un libro cada uno.
Me gustó mucho, tiene los ingredientes de una novela romántica que me guste, mucho humor y mucho romance, personajes en conflictos y con voz propia. Me reí bastante.
Una sola cosa me chocó bastante, sobre todo al principio, es verdad que luego le cogí el golpe, pero creo que es un defecto de fábrica: el narrador está en primera persona desde el punto de vista cambiante de algunos personajes, sobre todo los dos principales, cuando habla Felipe, no me cuela que un hombre hable tan... tan... no sé, tan florido, cursi, infantil... el personaje no es así pero la forma en que lo presenta la narración es más propia de una chica, me disculpa si parezco apegada a los estereotipos de géneros, pero es lo que siento, un hombre de 27 años, uf muy blandito, jiji.
Pudiera parecer que no, pero los personajes están construidos bien complejos, con capas y más capas.
Adoré a la familia Dunas en conjunto y a todos por separado, estoy deseosa de ver la historia de los otros.