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Chesterton tenía opinión sobre todo, y, si estaba relacionado con la literatura y la cultura, todavía más. Podía escribir las aventuras de un cura detectivesco por la mañana y reflexionar por la tarde sobre la decadencia de la literatura juvenil y la importancia de recurrir a la historia en detrimento de los historiadores. Como pseudohistoriadora que soy, solo os digo: por favor, erradicadnos, cuánto mal hemos hecho. En el prólogo se nos advierte de la atemporalidad de la obra. Y cuánta razón... Da igual cuando leas cualquiera de los textos de esta selección, a pesar del tiempo que ha transcurrido desde su publicación, no podrían ser más contemporáneos. El mensaje puede que llegue de manera diferente, los referentes y el contexto desde luego que son diferentes, pero la lectora lo puede identificar fácilmente en su actualidad. ¿Cómo consiguió hacer esto? Ni maldita idea. ¿Cómo puede reflexionar sobre los avances de un género literario y que su situación actual no difiera tanto? ¿Cómo puede hablar sobre el sentido y la trascendencia de lo absurdo y conseguir que comparta su parecer? y, ¿por qué no se vierte más creación literaria en papel periódico sin ser necesariamente noticia? Todo lo que escribe es una opinión unilaterial, dice, aunque no por subjetiva merece menos ser expuesta. Y menos mal que pensaba así y nos ha regalado y legado su crítica aguda, su razonamiento burlón y su humor ocurrente. Brutal, gracias, gracias y gracias, Trama. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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