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Liah ha vuelto a casa después de que una ruptura amorosa la dejara en la calle y sin trabajo. Su idea, curar sus heridas y volver a retomar el rumbo de su vida. El amor, no entra dentro de sus planes, sin embargo, ¿estará el destino de acuerdo con esa idea? Los hombres se cruzarán en su camino alterando su cuerpo y su vida sin que ella pueda hacer nada por evitarlo. Aunque, no siempre es oro todo lo que reluce, ¿podrá Liah recuperar su vida sin sufrir de nuevo? ¿Volverá el amor a llenar su corazón sin partirlo en pedazos? La novela me ha durado dos días, los capítulos son cortos y se leen en un suspiro. La trama te mantiene pegada a sus páginas y el final es puro infarto. R. Cherry te deja con la boca abierta, con mil preguntas rondando tu cabeza e infinitas ganas de saber más. Liah es un personaje con el que es fácil identificarse, porque, ¿quién no ha sufrido por amor y aun así se vuelve a entregar con los ojos cerrados? Seguramente todas, por eso es imposible no identificarte con ella. En protagonista masculino es de esos que te ganan desde el principio, que te provoca una sonrisa constante, como le sucede a la protagonista. A pesar de que la tentación aparezca en cada esquina. Como siempre un lujo leer a R. Cherry deseando leer la segunda parte.
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