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Rusia es a un español lo que un desierto a un delfín. Ni el idioma, ni su historia, ni su gente “simpática”, como apuntó aquella desgraciada miss, nos son mínimamente cercanos. Sin embargo, hubo un tiempo en el que España miró a Rusia como el Edén a conquistar. Los españoles comunistas -hoy sólo se habla de republicanos- gritaban “¡Viva Rusia!” en los años 30 y 40 del siglo XX. Estaban convencidos de que el Bolchevismo era la solución a los problemas del mundo, y daban su vida por que en España ondeara no la bandera tricolor, que es la que llevan ahora a las manifestaciones algunos de sus bisnietos, sino la roja con la hoz y el martillo. Juan Martínez estuvo allí, en Rusia, y supo lo que significaba padecer el yugo comunista. Fuera o no un personaje real, Juan Martínez nos lo cuenta tal como fue. Porque quien está detrás de su pluma es Manuel Chaves Nogales, este sí un republicano español de los pies a la cabeza. Un periodista que conocía bien el país de los zares, y después de los soviets. Tan bien lo conoció que cuando te cuenta el hambre te rugen las tripas, y cuando te habla del frío se te eriza la piel, aunque estés leyéndolo en la canícula de julio. Para aprendices de revolucionarios y nostálgicos de lo que ni en sus peores pesadillas imaginaron.
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