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Nos encontramos con una narración en dos tiempos. La antigua, mediante un diario, nos traslada a 1936 y posteriores años de la guerra y nos describe cómo avanza la vida de Charlotte, sus amores, su juventud y sus pesares. Y el otro tiempo, nos muestra el presente de la protagonista, Charlotte von Datski. Charlotte vive atormentada por el pasado, ella perteneció a los seguidores de Hitler desde su juventud y, aunque fue cambiando su ideología tras ser consciente de todas las atrocidades cometidas por el partido nazi, este hecho le atormenta hasta el punto de no habérselo contado a nadie. La anciana Charlotte desea volver a Polonia y reencontrarse con los lugares del pasado, para poder así descansar en paz y perdonarse así misma. El viaje lo emprende junto a su nieta, Laura, que irá descubriendo todo lo que su abuela padeció y le ha ido ocultando a lo largo de toda su vida. Gracias a la lectura que hace Charlotte de su diario de cuando era joven, somos testigos del ascenso del Nazismo, del inicio y del fin de la Segunda Guerra Mundial y, sobre todo, de los padecimientos a los que fue sometida la ciudadanía. Vemos la mayoría de los acontecimientos desde la perspectiva nazi, y eso me ha gustado. Es la primera vez en la que he sido consciente de hasta qué punto sufrieron y vivieron engañados los alemanes sin ideología que apoyaban a Hitler, porque eso era lo que había que hacer para tener prestigio en la sociedad. En esta novela se muestra a la perfección que no hubo ganadores, ambos bandos perdieron en aquella guerra y ninguno era mejor que otro. Todos llevaron a cabo cosas terribles sin justificación ni lógica alguna y, a lo largo de la narración, somos testigos de escenas realmente crudas y desagradables que hacen al lector plantearse qué clase de personas habitan este mundo y lo poco que hemos cambiado respecto a aquella época. Es una novela que engancha, que estremece y emociona a cada página que lees. Conecté a la perfección con los personajes y entendí cada una de las decisiones tomadas por Charlotte y el motivo de llevarlas a cabo. El personaje de Charlotte me ha parecido muy entrañable, muy vivaz y con las ideas muy claras. A medida que vamos descubriendo más sobre ella y su carácter, me ganaba un poquito más, y es de esos personajes que me hubiera encantado conocer en persona. Es muy irónica y muy directa, me encanta que no tema decir absolutamente nada. Me ha resultado una grata sorpresa, me ha encantado descubrir esta historia a través de los ojos de Charlotte y su nieta y, sobre todo, me han dado muchas ganas de viajar a Polonia y visitar esos paisajes que se describen. Sin duda alguna os lo recomiendo si os gusta el tema del nazismo y las novelas con tintes románticos. |
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