¿Qué niño o niña no quiere tener una gran reserva de animales de todo tipo? Yo siempre lo quise, y, al igual que Candela, decidí suplir ese deseo con peluches de todo tipo. Y siempre tienes un favorito, y ese favorito tiene ese olor especial de mezcla de tus alegrías, tus penas, tus enfados, tus comidas favoritas... Y por eso nunca queremos lavarlo, pero oye, ¡quizá ese peluche también quiera oler a fresa como tú, porque tu olor también le encanta a él! No es fácil cambiar las costumbres que nos gustan, pero a veces ese cambio es lo necesario para mejorar. Un gran libro para enseñarnos sobre los valores del cambio en nuestras rutinas |