Con esto y un bizcocho

Es una novela que tiene un comienzo fuerte y que después se van presentando al resto de personajes. El personaje que lo centra todo es Mariana y su accidente de tráfico, con él se despiertan viejas heridas que complican su recuperación.
Una vez que sale del hospital, su padre, Sergio, se la lleva a la casa familiar, en la que ya solo vive él. Pero con “la niña” en casa después de tal susto, los demás miembros de la familia hacen acto de presencia, Francisco, Enrique y Pilar van entrando poco a poco en juego dentro de la novela.
Conocemos también a los familiares más cercanos, a las amigas de Mariana y a otros personajes que tendrán mucho que ver con la recuperación de Mariana.
Una de las partes más importantes del libro y que dan nombre al mismo son las sesiones que tiene con su psicólogo en el que tratan ese tema del pasado que se ha despertado desde el accidente y que no la deja avanzar en su recuperación. Por ahí descubrimos los sentimientos de Mariana y que sucedió con Lázaro, que es la gran incógnita de la novela.

La novela se desarrolla de forma tranquila pero con ritmo. Los capítulos son cortos y el narrador es omnisciente pero centrándose en el personaje principal de la acción para descubrir sus pensamientos y sentimientos. Por momentos puede parecer un batiburrillo de situaciones y personajes, pero a medida que los vas conociendo todo se vuelve familiar. Hay un suceso que puede llegar a ser obvio si lo lees con atención. Pero como es una trama secundaria y hacia el final, no genera demasiadas molestias.
Con todo y más, no me hubiese importado leer más sobre esta caótica familia.