Hoy os traigo un nuevo caso de la Subcomisaría Vanina Garrasi, un personaje que me encantó en su anterior libro, Arena negra, y con quien tenía muchas ganas de reencontrarme. Nos encontramos con una trama de ritmo ágil, un caso que se complica, dos hechos ocurridos que parecen tener relación y a todo eso le sumamos que la vida de Vanina también está pasando por momentos fáciles. Una novela que engancha que mantiene bien la intriga y la tensión en algunos momentos, bien resuelto y con personajes que me encantan, pues aparte de Vanina, volveremos a ver a Patanè. Esta segunda entrega la he disfrutado mucho más que la primera y me deja con ganas de volver a encontrarme a Vanina. |